La inacción surrealista

La inacción surrealista actúa con aparente irrelevancia durante los momentos de mayor intensidad mental, donde el sujeto adquiere diferentes cuerpos irrigantes derivados de la extrusión condensada de los sentidos, transforma el desarrollo de rudimentarios fragmentos corrosivos, generados bajo la influencia mecanizada de la angustia automática, que desata pensamientos alterados debido a la excursión externalizada del aparato visual. El aparato visual capta diferentes comportamientos los que desmigaja disgregando componentes de otras realidades, asimila los nuevos conocimientos y desecha el panorama ruinoso que podría organizar el rezago disfuncional, en un entreacto emocional, donde el sujeto solo se limitará ha observar un determinado aspecto de una realidad posiblemente invasiva que sutilmente será anestesiada por el inconsciente. Este mecanismo se repetirá constantemente, independientemente de la advertencia del sujeto, que sutilmente irá tomando nuevos conceptos del exterior.