La incertidumbre de un adiós

Tantos sueños y tan poca vida,
no hay amor, no hay tristeza, no hay nada
¿un vacío absoluto? quizá, o tal vez paz.
No puedo escribir algo triste
porque ya no estoy triste
el sol se ha puesto para la melancolía
y no vendrá la aurora a despertala,
como un recién nacido se acurruca en mi pecho
y como un amante me besa en los labios,
me recita algunos versos de despedida
y llora amargamente porque ya no la amo,
me abraza desesperadamente
pidiéndome no abandonarla,
pero ya es demasiado tarde.
Sus brazos son fríos y su boca salada,
la despojo de mi cuerpo
y lento muero en su mirada,
le doy la espalda y continúo mi camino
paso a paso, despacio y en silencio
sin volver la vista atrás,
entonces me pregunto ¿quién murió en realidad?
¿aún estoy vivo?... eso quiero pensar.

 

Hermosas letras, me ha encantado, cada letra y cada verso, aún más al comprender que encaja perfectamente con su titulo, genialidad y belleza, saludos.

 

Amiga, Muchas gracias, un gusto recibirte en mi espacio de letras, me alegra que te haya gustado mi poema, a veces queda esa incertidumbre arraigada en el pecho, la del no saber. Un abrazo. Saludos.

 

Hermosas letras.
Un placer leerte

 

Me atrevo a decir que lamentablemente murió el sentimiento, en muchos casos es liberador.

 

Así es amiga. A veces es liberador, pero queda quizá el vacío que deja la costumbre, la falta de algo. Muchas gracias por leer mi poema. Saludos.

 

Hermoso poema y profundo, y que maestría para decirlo claramente y a la vez profundo!!
todo una oda de historia melancólica de amor.
Un placer siempre.
Los mejores deseos, apreciado compañero, poeta Gerardo Lugo.