"La insoportable levedad del ser" (M. Kundera)

Por insignificantes deseamos

trascender... no siempre para el

bien.

 

Me encanto, un gusto como siempre. Saludos.

 

Caray, leí ese libro hace mil años (exagero) y me gustó mucho aunque ya no recuerdo el por qué; pero tu aforismo me lo ha recordado, y verdad es que, para bien o para mal, muchos esperan ir más allá de la intrascendencia.
Que los dioses nos pillen confesados...
Un saludo y encantado de pasar Martín.

 

Gracias Alec por tu visita.
Un abrazo

 

Gracias Alonso por tu visita.
A mi también me agradó mucho la novela, y tuve la oportunidad de comentárselo al mismo Kundera en París (donde vivía después de escapar de Checoslováquia) pues era amigo de Juan José Saer (mi amigo) y yo de paso comparti una tarde de café en Montparnasse con ellos. Dos tipos geniales, amenos y sencillos.
Esta anécdota va de regalo.
Estuve en tu perfil. Me agrada tu poesía. Vivi un año en Cullerá.
Un abrazo

 

Un gusto.

 

Mon dieu, Montparnasse! Un jour j'irais me promener par la rue Saint Vincent. Paris la nuit et le jour.
Un placer leer esa anecdota que es mucho más que eso; en ocasiones el mundo se hace pequeño y se coincide en el ambiente de una buena tertulia.
De cerca de Cullera vengo; de los campos de naranjos, de echar el jornal hasta que la lluvia nos ha mandado a casa.
Muy agradecido, José, entre naranjas y poemas.