la lengua sometida a la habla-bla-bla-duría automática de este poeta idiota

la comprensión despierta y
la lógica dormida, la lengua
sometida a la habla-bla-bla-duría
automática de este poeta idiota


las rimas inmortales,
las estrofas aburridas;
las palabras (como los
jóvenes) aisladas en
rebeldía


un poema siempre incompleto
una mentira a medias
y una verdad de cuya certeza
luego me arrepiento


ASI QUE ESCUCHA


—Dígale usted
a estas palabras
que las Gobierna
algún Fantasma


—Dígales, lector
(o lectora) que
todas ellas son
mentira,


su amor y su verdad
son tan solo el delirio
de un poeta poseído
por su genio


(estímulo externo del poeta
que ama la droga y jura lealtad
a la preciada anfeta)


el sólo busca
locuacidad y música en su escritura,
a cualquier precio: llévese
si lo desea esta cordura,


Para usted, fantasma
hipócrita de mi silencio,
es toda suya, ¡y no me la
devuelva!


II


Conseguí escapar
a su tortura y pensé:
“Soy libre”. Veremos
cuánto dura.


Dijo la esfinge
fingiendo que te finge
sobre una laringe,


¡Triste! ¡Muerto!
—Dijo al irse.


¿Eres ahora, acaso,
algo más libre?


III


¿Quién eres?


ESCRITOR poeta
que me escribe;
LECTOR fantasma
que me sigue,


presencia invisible,
recuerdo viejo, aliento débil,
¿tienes miedo de que
te olvide?