La libertad del alma

Acaso será un día
en donde el ojo
enloquecido del viento
atrape entre sus alas
mis sueños ilesos,
emerja sorprendente
con su daga de fuego
y clave inmisericorde su estocada
en el centro vitalicio de mis huesos...?

O será mi final
en una tarde
de endurecidas neblinas,
donde los ciclópeos manantiales
amurallando ingrávidas matrices
se desdoblen con sus máscaras de incienso,
exhalando el vaho amargo del asombro,
atizando en mis venas
la nefasta llama de la muerte...?

Podría ser
que yo muriera
en esa soledad sin tiempo,
sin brújula, luna ni sol,
aferrado a la sombra
de la pregunta sin respuesta,
digiriendo la saliva del tiempo
en el espectro fantasmal del abismo.

O quizás
la muerte me sorprenda
frente a la pureza
de tu mirada constelada,
hipnotizado en la luz
de tu pupila que enamora,
inhalando el aliento
de tu boca deseada
más allá del deseo
que palidece y se escombra....?

He de morir lo sé...
como mueren los días,
las noches, los ocasos...
La sombra de la vida
es un instante,
tránsito de arcilla,
cuerpo, piedra roca,
realidad, sueño, ilusión,
fuente, energía, ¡Dilema!
espíritu, luz...¡Dimensión!
alma que se libera
y ¡Se desboca!

Tato Ospina
DRA
Colombia​

 

Que maravilloso poema, una lectura que deja huella en el alma ha sido un placer leerle, abrazos fraternos en la distancia.

 

Ciertamente es una realidad la muerte, tu lo dices muy hermosamente
en tus maravillosas letras Rafael. Gracias por compartirlas. Besitos
cariñosos apretados en tus mejillas.