La Liebre

LA LIEBRE

Los ladridos de galgos excitados
corriendo tras su presa
me sacan, por sorpresa,
de unos instantes medio amodorrados.
La placidez de la tarde perdida
por los alborozados
gañidos de lebreles
celebrando la liebre conseguida
y la llegada de los cazadores
hacen que me retire
lejos de pensamientos soñadores.
El aroma nocturno de claveles,
jazmines y otras flores
incita a que respire
profundo el aire puro de la noche.
A su frescura doy la bienvenida
por ser para mi calma el justo broche.

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Celebro que te haya complacido esta bucólica silva, amiga Marlen, la caza de la liebre con galgos es un deporte bastante común, solo que me sorprendió ya que no me lo esperaba.

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Celebro, amigo Paco, que te haya relajado la lectura de esta bucólica silva.

 

Placentera tu visita, amiga Geortrizia, sabiendo dejar un agradable comentario con bellas palabras y gran sensibilidad.

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Me alegra saber que te ha gustado, amigo Alfonso.

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He tenido el privilegio de ver la caza de la liebre cuando mi hija ( entre unos cuantos jinetes ) aguardaban a la libre. Galgos a escape corriendo tras ella y tras ellos caballos a galope tendido para cuando los perros en este caso dos la den caza, estar rapidos para cogerla antes que la destrocen los galgos. Es muy interesante pero francamente no me llama mucho la atencion, solo fui porque me lo pidió mi hija.
Magníficos versos amigo mío que me han encantado y recordado aquel momento incluso el cierre del día.
Un placer siempre maestro pasear por tus bellas letras.
Fraternal abrazo Maramín.

 

Al no participar directamente en la cacería es normal que no te llamara demasiado la atención, los que sienten tumulto en su sangre son los que van tras los galgos a la expectativa.
Claro que en lo a mi respecta en este caso fue que cortaron mi placidez en una tarde tranquila.
Celebro que haya sido de tu agrado esta farfulla renegona...

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