La lujuria de Artemise.

Contundente y lujurioso, extraviado en descalabros,
quebrantado en tus patronos corrompido y relajado.
Contundente y lujurioso en casto revuelo de perdices
desaliento incontinente moderado en crápula silencio.

Contundente y lujurioso, depravado en inocencia
con pudor y con vergüenza en la caza con la luna sobre tu cabeza.
Contundente y lujurioso en caterva de estrellas y silenos
déjate en los silencios, la presa pide clemencia.

Hécate te llama por tu género perdido,
virgen por funesto sino
cazador de cinco hados y un signo.

--- o ---

El ave volará Artemiso,
y de aquel matorral un enorme ciervo edificante y hermoso
brincara para alejarse de tu masculina flecha
la lujuria quebrantada, la contundente entrega
y la flecha de Orión se dispara desviada por el destino cambiante
hacia tu virginal hombría.​

Hécate se ríe, luna creciente, sonrisa funesta
Hécate se burla de tu virgen decepción
Hécate cambia, por una sola vez, y solo por esta

Ahora que tienes dos espíritus,

Hécate te llama, en recuerdo de tu amado Orión
Hécate te cobija en su luna miserable
Hécate te llama de ahora Artemise.​

 

No me puedo perdonar este poema sin respuesta, pero a veces así pasa con las cosas buenas, de calidad que nos dan tanto qué no sabemos que hacer con ellas, es muy generoso estimado amigo...

Besos con sabor a Sol