La Luna, la sirena y yo- soneto con estrambote

La luna, la sirena y yo

Sobre la oscuridad voluptüosa,
al exhibir su brillo anacarado,
es Selene de noche más hermosa
derramando su luz, que me ha cegado

y al mirarse en el mar es tan preciosa
que una sirena de elegante nado
llega a la superficie deseosa
de conocer la diosa que le ha dado

tanta luz a su mundo que es oscuro,
pues la ausencia de luna torna el cielo
cual negro manto lleno de zafiros.

¡Cántale tú, sirena, un canto puro,
cuéntale mi pasión, también mi anhelo,
háblale de mi amor , de mis suspiros,

de mis tristes retiros
si no la puedo ver, de mi locura
pues por ella he perdido la cordura

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Bello soneto y muy bien elaborado Juan, es que la Luna es la reina de las musas, ahora que no nos lee la mujer, jajajaja.
Te felicito por tu arte poético amigo, estás hecho un gran poeta.

Un abrazo.

 

Gracias por tu amable comentario, Ricardo. Y si, tienes razón, la Luna es una musa de mucho cuidado. Te lo puedo asegurar por experiencia propia.


Un abrazo, amigo.

 

¡Vaya Luis!, otra sirena que rescatas; se nos va a poner esto perdido de escamas y todo salpicado de agua con salitre. Este poema, también de cuatro años atrás, pertenece a mi larga serie dedicada a la Luna. A ver si las edito en un libro monográfico y le empiezo a sacar algún rédito a esto de escribir poemas, que ya está bien lo de escribir solo por amor al arte ¿no?

Sí, sí que está grande estos días la Luna, y aunque ya empieza a menguar se la ve magnífica.

Un montón de gracias de nuevo.