la luna llena.

Una carta de letra radiofónica
mi capaz, de entrar en un saco de barro
de callar el pasado mordiendo puertas abiertas
sin quitar el ojo de la moneda, flama colora.

Un día sin ti; que ocurre abajo
- del agua, sin lagrimas que aparten la fortuna de tus ojos
y si, sabiendo esconder un fruto, calla la capacidad
de comerte veloz como boca de calle; como sola en su hambre.

Y si cientos de peces, en pájaros rapados, sin
cordura dentro del alma, por una vez menguado
sobre el cielo de la noche y con el cielo de ese choque;
vivo, reluciendo dientes acabando con mi pobre y tonta, denotación.​