La Luna

La Luna


Descalzo y desnudo
sobre la blanca arena,
mirando
de frente a la negra mar,
la desnudez de mi cuerpo
y de mi alma,
lágrimas me hicieron llorar,
en la digna esperanza de poder,
morir en paz;

Sólo la luna
es compañera de mi libertad,
la transparencia del agua
me invita a entrar,
empujando a las tercas olas
para que me dejen pasar,
hacia un océano encrespado
con el que no quiero luchar,
siento su poderoso abrazo
y me dejo llevar,
como aquellos que se fueron,
dejando su cuerpo atrás.








Autor: Ángel San Isidro
Todos los Derechos Reservados






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Soberbio poema el que compartes, amigo Ángel,
Hermoso y reflexivo, con imágenes que atrapan.
Placer de leerte. Saludos fraternos te los envío.

 

Lastimera la soledad pero muy apreciado tu sentir y tu poema. Un gusto leerte.

 

Gracias, muchisimas gracias por calificar de soberbio este poema, está claro que nacemos para morir, todos, absolutamente todos, queremos morir en paz. Abrazos... Ángel