La luz de la poesía

Esta sombra de mí se fue arrogante
camino del infierno o de la nada,
sombra sin luz, desnuda y agotada
de ser mi oscuridad a cada instante.

Su espacio lo ocupó -silueta errante-
otra sombra en acíbar descarnada
como un espectro gris que en madrugada
me despierta en su grito agonizante.

Mas de pronto me alumbra la mañana
sin mácula de sombra en mi silueta
ni fantasmas mi vida cotidiana,

y pude, en el color de su paleta,
escuchar la palabra soberana,
lumínica, en los versos de un poeta.

 

Muchas gracias Manuel, sigo teniendo problemas con la página y me cuesta muchísimo editar y publicar.
Por lo demás estoy pasando un momento delicado de salud, pero con la ayuda de Dios, la familia y todos esos peregrinos a los que presto mi ayuda en los monasterios del camino de Santiago, e indudablemente en la ciencia médica espero poquito a poco poder superarlo,
Un abrazo fuerte

 

Le deseo lo mejor con sus problemas de salud

 

Muy agradecido amigo Alberto
un saludo cordial