La Máquina Institucionalista

Un disparo seco y fulminante, conmocionó a la multitud.
Los dos calibres que liquidaron la esperanza y la democracia,
provenían de un sujeto incapaz
de ensuciar sus zapatos en la polvareda
que significaba Lomas Taurinas.
Aquí, en el norte y en el sur;
insisten en quitarle a los pobres
hasta el último harapo.
Y la máquina institucionalista
empieza a moverse ágilmente,
aplanando la terracería con priísmo
y callando las voces de los locos y de los traidores.
Y me pregunto ¿en qué consiste la justicia?
Cuando conviene, es diligente y eficaz;
para nosotros, sólo un trámite nefasto;
para ellos, lúcida y vidente;
fiel testigo de como la puerta de Los Pinos,
se abre desde adentro. -