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La Maravilla Ósea

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Edouard, 21 de Marzo de 2017. Respuestas: 1 | Visitas: 257

  1. Edouard

    Edouard Poeta adicto al portal

    Se incorporó:
    15 de Marzo de 2016
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    Género:
    Hombre
    En una noche de quebranto, la calavera de una señoría descansa sobre la mesa apolillada de una casa llameante. Aquella posee en el interior una luz sobrenatural que recorre con sus sombras todo el desamparado espacio de la habitación. Donde duerme a pierna suelta el alto funcionario. Sin embargo, repica el reloj de pared las doce de la medianoche. Y el sujeto despierta para observar el cráneo de quien fue un soberano santo. Se levanta y la coge con sus manos delicadas. El haz de fuego que hay en el interior de tal joya ósea se apaga. Dejando en penumbra la alcoba. Entonces, preocupado nuestro personaje, enciende un cirio y lo inserta en una de las cavidades oculares. Pero una vez ha hecho eso, la maravilla comienza a hablar en un idioma estrafalario. Que se le antoja revelación punible para que la vuelva a depositar en el lugar donde vegetará ya sin más desamparo.
     
    #1
    A homo-adictus le gusta esto.
  2. Edouard

    Edouard Poeta adicto al portal

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    homo-adictus, tal portento óseo de esquelético porte descansaba con su haz luminoso proyectando fantasmas en una nocturna alcoba de un adormilado juez. Sin embargo, cuando el siniestro tañido de pendular tiempo ingrávido retoñó la medianoche, éste despertó y observó amoroso su reliquia de religioso predispuesto a ser adorado por su amor fetichista de ferviente dueño. Pero, cuando la asió con sus febriles manos el fuego puro de divinidad inmaculada que poseía se apagó. Fue entonces, cuando sobresaltado, colocó otra llama para colocarla dentro del agujero ocular de la calavera. Pero pronto, ésta comenzó a hablar de modo caótico en una jerga inusual, para que la dejara descansar en paz en la mesa de donde nuestro sujeto singular la había apresado. Atentamente Edouard.
     
    #2

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