La marea

Que la marea se lleve,
las pesadillas de mi niñez.

Que arrastre los sueños,
hasta que choquen con mis pies.

Que tras el romper de las olas,
salga un nuevo amanecer.

Que la fresca brisa,
peine mi cabello
una y otra vez.

Eclipse lunar,
para el tiempo,
para que me eleve a tu regazo
y junto a las olas
nos mezamos.

Que poco a poco,
bañen nuestro cuerpo,
para finalmente cubrimos con su manto
hasta el cielo.

Y convertir todo esto,
en un mágico y eterno momento.
​

 

Todo un paisaje poético que realza un gran sentimiento. Le dejo mis estrellas y un saludo desde California. Felicidades.

 

Muchas gracias, es muy díficil plasmar en breves versos todo lo que alberga este sentimiento.

 

Mucho sentimiento se denota en tus letras chispitas,
donde cada uno de tus versos los ha llevado a cabo
con mucho talento poético. Te felicito por tu bonito
trabajo. Ha sido un placer pasar a leerte.
Un abrazo. Tere

 

Los amaneceres cambian drásticamente sin necesitar de ello. Metáfora que leo en

Eclipse lunar,
para el tiempo,

La poesía tiene la facultad de volver invisible, eterno, y bilocar a la mujer y al hombre en toda circunstancia, tiempo y lugar. Redime de sus culpas al ser vivo y lava heridas que en la cotidianeidad sangrarán y sangrarán. Esas olas mecen a uno y a otro sin necesidad de la condescendencia ni aquiescencia de la palabra entonada para aceptar el embate y apuesto del uno por el otro.
También las pesadillas de la niñez dejan de serlo y se transparentan como el celofán que resguarda un pequeño y mordisqueado caramelo de limón del ayer en un bolsillo ya nunca más abierto, por supuesto, no del cuerpo ni del pantalón... ya lo sabes... del alma.
Abrazos

 

Eterno movimiento mecido, como tu poema. Saludo.