La memoria de mi memoria

La memoria de mi memoria

cruza por abismos impenetrables

en un vuelo de halcón moribundo

cual chispa relámpago extinto, agro


Aterrizo transgrediendo recuerdos

de volátiles avatares ya lejanos,

me encuentro preso en la hipérbole

entre deseos calcinados, exangües


Recurro al légamo de las palabras

al taciturno, al luctuoso locuaz

ingenio de mi ingenua histéresis,

inmóvil sobre el alféizar del muro


El ditirambo se desvanece, pronto,

se deforman pensamientos fatuos,

entro en fase experimental real, se

deforma mi bioquímica recurrente


Arrastrándome como un batracio,

escabullo mi ser entre tinieblas

de razonamientos triviales, vacíos,

maltrecha ya, mi biología molecular


Durante el éxtasis existencial, ya,

la claridad del día me asombra

y oigo trinar, cantar, las siringes

en las aves de mi bioma floreado


¡Y… espero no seguir perdiendo memoria!

​

 

El légamo de la palabra siempre es un buen antídoto, sobretodo mezclado con el pigmento de la compañía.
Saludos León.