La meta es la búsqueda.

Te amo.
Te quiero.
Te necesito.


Pero no entiendo tus gritos.


¿ Por qué ruge la marabunta ?
¿ Son las hormigas carnívoras ?
Yo soy cejijunto.


Y los fariseos eran una raza de víboras.


Cada cuál, que aprenda su juego.
Todos ardemos en una pira, dentro del Sol.
Estamos consumidos por el fuego.


Así son las Fallas de Valencia. Los Ninots arden, en nuestra augusta presencia.


Sudorosamente, tuyo.
Esporádicamente, mío.
Magnéticamente, Sexy.


Por eso, esquío. Me deslizo por las cumbres. Por esos pechos que tienes.


Me deslizo hasta tus zonas erógenas.
Investigo en el cajón de tus bragas y sostenes.
Y deduzco que eres júbilo. Final feliz, la meta y la búsqueda.


Luego, te lo confieso, todo esto. Porque soy rústico...

 

Como esa es la meta, puede ser una constante búsqueda que te puede llevar por incontables e inimaginables mundos que puedes finalmente compartirnos. Saludos cordiales para ti Nommo.

 

Gracias, Sergio. El mundo que conozco, ahora mismo, más recomendable, se llama Dolor.

 

Como dije hay otros. En cuanto a éste en particular la otra opción que tenías era dejar que te carcomiera y sin embargo lo expías mediante tus letras.

 

Bueno, es una fuerza increíble.
Restaura la castidad perdida.
Porque el erotismo es salvaje.
Entonces, uno necesita volver a sus raíces.