La mirada torva del burgomaestre.

Nada era sin la rima
Y no le cuajaba el verso
Ni leía el universo
Del poema mil
bien era mas cuadrado
Rímel de silencio
La mirada al viento
De un sueño al confín
La luna de hoja
Del filo al cuchillo
El grito de brillo
De sangre al morir
Dioses remolachas
Escanciando soles
Vírgenes y coles
Del amor en marcha
La psicopoesía
Que reúne en cuentos
Titulando mil
Y acierta la historia
Que seduce el cuerpo
Cuando el alma ha muerto
Triste de reir.

 

En aquel tugurio moscas laboriosas
Asaltaban sudores ufanos...

 

Un verdadero placer leer sus composiciones.
Felicidades por su talento.
Saludos cordiales.