La misiÓn

LA MISIÓN

Tal vez, cuando tus ojos, asustados,
Perciban que el pretérito ha irrumpido
Entre los aranceles de la noche
Como irrumpe la mar cuando le duele
Un destino fatal en la quijada.
Tal vez, cuando amanezca y en lo oscuro
Una estrella fugaz y malcriada
Se pose en tus dos pechos ateridos
Y descubra el secreto que has guardado
Con tanto mimo en un rincón lejano.
Cuando un rayo feroz rompa cadenas
Y caigan derrotadas las defensas,
Y clames por auxilio y no lo encuentres.
Tal vez en ese instante de cigarras
Hambrientas que acorralan los cristales,
En esa extenuación en que parezca
Que no hallarán vestigios del naufragio,
Que el pulso se acelera y rompe el dique
Que Dios, acobardado, no recuerda.
En ese mismo instante inesperado
Resurjan en tus muslos las señales
De aquel antiguo amor que has olvidado
Y te devuelva al cauce placentero
Por donde fluye tu profundo sueño.
Te volverá la sangre a tus veredas
Y ni rastro hallarás cuando despiertes
De quien dejó el infierno únicamente
Para cumplir una misión postrera.