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La muerte con Santi y Keka.

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Kiko Cabanillas, 14 de Julio de 2018. Respuestas: 0 | Visitas: 289

  1. Kiko Cabanillas

    Kiko Cabanillas Poeta asiduo al portal

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    Quedó enterrado en Alcalá de Henares por expreso de su madre.
    Ya nos habían dicho que moriría joven.
    Cariñosas y protocolarias fueron mis ex-cuñadas.

    Y yo...

    Con el alma partida, aún no había tenido tiempo ni para llorar.

    No. No lloraría porque a él no le hubiese gustado.
    Tan sólo me fijé mucho en el lugar del sepulcro, pues sabía que volvería sólo.

    Acabado el día me retiré a dormir a mi hotel NH.
    No pude dormir.
    Y a las cinco feliz como una perdiz cogí dos cuchillas de afeitar y me dirigí al cementerio.
    “Déjeme aquí, gracias”.
    Trepé la valla no sin cierta dificultad.

    Y allí desbordando alegría me remangué los brazos y antes de seccionarme las venas escribí: “¿Dónde vas sin permiso?. ¡Espérame!”
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    El orgasmo en francés es la “pequeña muerte”.
    Y así es. Llega la paz y la serenidad. Es el “carpe diem” más absoluto.

    No sé como fue pero acabamos en la cama de mi NH la Keka y yo.
    Pasión y entrega.
    Eramos dos mujeres amándose.

    Recorrí todos sus rincones.
    Besé todo lo besable.

    Sus orgasmos fueron míos.

    Era tierna y amorosa. Casi tanto como había soñado.

    A eso de las cinco nos quedamos dormidos, yo con la cabeza apoyada en su culo.

    Tenía que trabajar a las nueve. Levantada pues, para ducharse.
    Yo había entrado antes al baño y había dejado mi alma en el espejo con su barra de labios. También había desmontado la cuchilla de afeitar hasta extraer la hoja.

    Y cuando Keka observó el dibujo que yo había hecho con su lápiz de labios en el espejo lo comprendió todo: Era un corazón que decía “Para que esto dure siempre”.

    Puso haber llamado a un médico pero no lo hizo. Sabía que a mi no me gustaría.
     
    #1
    Última modificación: 14 de Julio de 2018

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