1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

la muerte (cuento)

Tema en 'Fantásticos, C. Ficción, terror, aventura, intriga' comenzado por dffiomme, 12 de Diciembre de 2014. Respuestas: 1 | Visitas: 695

  1. dffiomme

    dffiomme Poeta asiduo al portal

    Se incorporó:
    10 de Noviembre de 2014
    Mensajes:
    480
    Me gusta recibidos:
    319
    Género:
    Hombre
    Llega un momento en la vida, al que llamamos final, se conoce por descanso, se le llama el expirar, es el momento al que todos hemos un día de llegar.
    Pues bien, el nombre de ese momento, que no nos gusta nombrar, es el nombre de mi cuento, este que os paso a contar.
    ---------------
    No te paraliza el miedo, es mas bien una sorpresa, te sientes flotando en algo, cobijado en fina tela o como de luz envuelto, no existe ninguna duda, es solo temor impuesto, extendido entre las gentes el observar su figura, si te visita la muerte.
    Luego, cuando el caso pasa, y ya el fantasma se ha ido, es entonces cuando temes, cuando entras en delirios que te perturban la mente y tiembla despavorida con titiriteros dientes en tu boca sorprendida el alma frente a la muerte. Es ese mi sentimiento y mi sensación presente.
    Tumbado sobre una cama, incómodo en la postura, encontrándome en la luz u oscurecido en negrura, esperando ese momento de flotar en las alturas mientras mi cuerpo imperfecto va pudriéndose a la tumba.
    Entre murmullo y susurro, alguien tomaba mi cuerpo aliviando mi cintura y, entre lágrimas y lloros, me cambiaba la postura, mientras mis ojos abiertos, observaban la negrura, me visitaban los muertos, me inundaba la locura.
    La boca se me secaba y me faltaba el aliento, de mis adentros escapaba algo que llevamos dentro y al igual que un proyectil se dirigía a lo incierto. Sabor ponían en mis labios con la acidez del limón, que despertaba mi lengua entrando en la imperfección, en ella estaban mis gentes inundada de dolor, estaba aquel viejo cura y un jovencito doctor.
    La boca se me doblaba con espasmos de dolor, y se aceraba mi cara, los ojos se me apagaban matizando su color mientras mi canoso pelo, como quemados al Sol, se encrespaban en mi cabeza entregando su vigor.
    Inundado por la duda, con extraña sensación, veo reflejada mi cara y lejano mi dolor.
     
    #1
  2. nadie sabe como nos agarrará la muerte.MUY BELLO ESCRITO.
     
    #2

Comparte esta página