La muerte de un payaso

Quizás por tradición,

común en el gremio,

termino su actuación,

sin ganar ningún premio.


Solo por comicidad,

una verdadera pena,

predijo cercano funeral,

y así mismo le sucediera.


Cuando por años reprime,

la psique tanto drama,

algo dentro se divide,

y de tajo la función acaba.


Nadie lo esperaba en casa,

iba de la carcajada a la mueca,

con el tiempo la soledad mata,

sangre real pinta su nueva careta.


Cayéndose a pedazos,

por dentro tanto miedo,

todo parte de su acto,

comicidad bajo un velo.


Es tan paradójico,

como trágico,

lágrimas en los ojos,

de un payaso.


El show debe continuar,

pero ese ya no será su caso,

es tan insólito así sea el final,

ironía en la muerte de un payaso.


Causa de un episodio cardiaco,

ahora quien le reirá llorando,

salida fatal del espectáculo,

que dirá la losa de un payaso.


Aquí yace un ser humano,

en una forma inusual,

perseguido y olvidado,

por circo de la sociedad.


En una humilde carpa local,

se le guarda un minuto de silencio,

ahí tal vez fue celebridad,

este gris payaso que mato el tedio.

 

Querido amigo poeta me ha encantado este inusual poema, cargado de nostalgia y realidad, nadie sabe como es la vida de un payaso, aplausos! hermoso. Saludos cordiales. Genial, Musa.