La muerte era el relajo...

Este no es mi último canto,
ese ya lo había dado con tres chispas
y catorce golpazos,
en la nunca y el entrecejo no tan claro
como mis zapatos,
andantes ellos sin mucho reparo,
de la vida y de los colores que sobrepasaron mis manos...

Alegría infinita en mi sonrisa se pudo ver,
pues nunca tuve mal plan con nadie,
es más, siempre di todo lo que tuve
porque querer ver a mi nación libre,
aunque en el desparpajo de las bajas pasiones caí,
es cierto
no fui tanto de metal como quise serlo,
sucumbí a la pasión
y al fuego del destino,
desde puerto esperanza,
hasta la triste y maníaca puerta alianza...

Y no me creía inmortal como muchos pensaron,
pues si hubieran leído bien mis labios
no me hubiera quedado solo y vacío, olvidado,
muchas fueron las promesas de dejar de escribir,
muchos los lamentos tambíen por aquellos amores,
no correspondidos,
muchos fueron los juegos que pasaron por mi mente,
y que aún despues de muerto no concibo,
todo lo veía de un tono gris y amarillo,
tan seco tan seco
y con mucho peligro...

Pues buenos tiempos no existían en mi contra,
palabras claras ni versos cuadrafónicos tampoco,
sonetos de nada, odas sin alma,
todo era un afán de comenzar a derramar tinta,
y no era poesía...
yo que solo algunos años tenía en mi haber como escritor,
no es que era el mejor ni el peor,
solo que nunca entré en esa comparación...
quiero dejar entre dicho
que solo lo hice por mi placer,
aunque nadie me crea y me lea,
punto de expresión cualquiera este fue,
trabajo sin descanso también...
pues no quería plata ni nada,
solo quería que mi voz fuera escuchada...

 

Felicitaciones, la mayoría de los que escribimos poesía no queremos plata, queremos comunicarnos y ahora gracias a Internet lo hacemos, un poema lleno de reflexiones de un alma desinteresada, saludes, mis mejores deseos.