La muerte

LA MUERTE


Era un hombre alto,
vestido de negro...
sus tenues movimientos,
se estremecían con el delicado viento...

Continuaba observando..
el tiempo y el espacio congelaban,
mientras aquel señor sin hacer nada,
parecía que llamaba..

Era una tarde cualquiera...
las nubes de pronto,
comenzaron a llorar,
e inundaban mi tranquilidad...

Aquel hombre misterioso,
irguió su cabeza..
tal que dos linternas doradas,
me miraban con tristeza

No me daba cuenta...
cuando el tiempo pasaba...
mi mente se altercaba,
más mi alma se extenuaba

¿Me acercaré quizás ?
¿Por qué me está mirando ?
seres alrededor llamados silencio,
al unísono charlaban...

Daban las seis de la tarde...
el cálido sol emigraba,
firmando el permiso,
a que las estrellas asomaran...

No lo creo !
el hombre del vestido negro,
se acercaba...
más y más muy lentamente...

Desprendía un esencia repugnante
como un aroma a dolor...
mis piernas temblantes,
de un pálido color...

Llegó a mi..
una capa negra y ojos dorados,
pues ya nada recuerdo...
pues no sé cómo hacerlo...

Estoy escribiendo..
desde el cielo,
los ángeles amigos,
me cubren con su anhelo...

El destino es inminente,
no podemos sorprenderlo,
el sosiego es permanente,
si tu aceptas el desvelo...

Nunca más lo he vuelto a ver,
creo nunca más lo haría,
ya todo lo malo es bueno,
mientras aún viva la poesía...!​

Diego Maldonado...

 

La muerte es un tema para una servidora muy intenso e interesante, aunque por experiencia propia tiene muy poca popularidad, por qué será? Quizá porque a pesar de lo que significa es lo único seguro que tenemos tambaleandonos por la pestaña.

Tal vez sea por la cuestión del cierre de los círculos, yo tengo una teoría: La vida no es un ciclo sino una línea recta, de esta manera la muerte no sería el término de la vida, sino su continuidad infinita.

Felicitaciones por el atravemiento y la belleza.

Saludos.

 

Un cálido Abrazo