La mujer que mira desde lo obscuro

Què haces mujer ! Mirando al lejano conocido desde lo obscuro,
allà desde donde nadie te mira, desde donde puedes ver al mundo sin ser vista...
Què haces mujer ! Siguiendo con sigilo las huellas de aquèl con quien una vez soñaste.
Aquel con quien los sonidos eran mùsica y tus oidos su auditorio...
Ahora que està lejos te llenas de sus recuerdos, como si recordarlo fuera una gota de miel para tu corazòn.
Pero lo buscas en sigilo, sin inquietar a la atmòsfera, y con el corazòn bien agarrado en la mano para poder sujetar cualquier emociòn que pueda desbalancearte, y asì tratar de poner todo en su sitio, para que la vida siga corriendo como siempre ha corrido: sin detenerse.
Una voz desde la recàmara. El fruto del descuido, del no querer pero ceder, del no querer mirar mientras tienes los ojos abiertos.
Esa voz fresca sin culpa contempla tus culpas sin culparte. Es una voz que no tiene tu pasado, sino tu presente.
Una voz que no sabe mirarte sin preguntarse porquè ruedan esas làgrimas por tu rostro entero.
Tantas cosas que guardas. Tantas cosas que te hacen llorar. Tantas cosas que pudieras decirme en una carta... tantas cosas que deberìas perdonarme. Tantas cosas por las que debo pedir perdòn...
Perdòname mujer. Perdòname por esas veces en que no te comprendì, en que tus zapatos no fueron los mìos, en que tus làgrimas fueron de dolor y de silencio impotente sin yo poder hacer algo.
Pero ya ves... aqui estamos porque seguimos respirando, porque seguimos viendo al Sol resplandecer en el cielo... ahora sòlo necesitamos dejarnos calentar por èl.
Es ahì donde ya no hay idiomas, ni hèroes, ni personas afligidas, ni polìticas, ni sueños vanos, ni reglas, ni lìmites, ni poses, ni màscaras, ni incomodidades de ningùn tipo... es ese lugar al que llegamos de vez en cuando, cuando el corazòn y la mente nos dejan.
Es desde allì, desde lo alto, desde donde no llegan las quejas y calumnias, desde donde vemos la vida nuestra y no la de los demàs, sin egoìsmos, sin dejar a los nuestros... es desde allì desde donde quiero que me veas.
Il faut du temps...