La música de lo efímero

Palabras sin aliento se elevan con el humo
y son rosas de paz los nombres que nadie dice,
el carmín incesante del olvido en los labios de la ausencia,
la música lenta con su espíritu infantil que silba al azar
los viejos cantos del jazz, la rítmica ternura de una bossa nova
que se apaga bajo el dintel donde ya no estás,
el góspel triste de los seres sin alma, sin fe, sin dios ni ideología,
el susurro como una lengua que lame el hastío y deposita su sed
en los vidrios olvidados sobre las mesas de caoba,
en la última palabra que se dijo, en el foco de luz
que ilumina el vacío de las sillas sin cuerpo,
en la flor azul que dejó la mirada al irse,
en los minutos que se van como memoria de nube,
como cristal de agua sobre un torrente fugaz;
árbol sin raíz, río sin delta, ángel sin alas, tú.

 

Bellisimo.
saludos poeta.

 

Gracias, Malco, por la lectura y la amabilidad del comentario. Un abrazo.

 

Me ha gustado muchísimo todo el poema, que es magnífico, pero especialmente esas sillas sin cuerpo, la flor azul y la memoria de nube. Imágenes y metáforas, como de costumbre, muy logradas. Un placer, tocayo.
Un abrazo.

 

Maravilloso. Tus textos tienen una atmósfera siempre evocativa, un tiempo taciturno que fluye mejor hacia atrás, y mucha música de la que ya poca se hace. Un gusto, mi amigo Ramón, encontrar lo tuyo, siempre emocionante. Abrazos cálidos.

 

Precios versos dibujando un alguien que ahora solo es una sombra, un recuerdo,
Un saludo, me encantaron tus versos!!

 

Gracias, Sasha, por tus palabras. Un saludo cordial.

 

Gracias, Ramón. Me alegra que te haya gustado el poema. Un abrazo.

 

Gracias, Pedro, por tus amables palabras. Un abrazo, amigo.

 

Gracias, Myriam, por tu visita y comentario. Un saludo cordial.

 

Me encantan tus imágenes, me haces espectadora y participe de la historia, un abrazo!

 

Gracias por tu visita y palabras. Un abrazo.