La Niña de la Fotografia

Sus ojos son míos desde una foto,
pintada a mano, muy suave,
en matices grises y mates.
Oh! amor de los amores!,
es mi madre niña la niña del retrato pintado.
Es la mirada de mis hijos cuando miran fijo,
y también soy yo, cuando quiero entender.
Es su boca preguntona, imagino,
desde el abismo de cualquier “...y por que?”.
Es la carilinda redonda de todos mis niños,
inclinada sobre el brillo de su sombra,
con frágiles orejas, que traviesas,
sostienen el flequillo gris, desparejo y rastrillo.
Es una fotografía y desde ella,
sus señas se clavan en mi alma,
como cuando sus labios,
unidos por un oscuro hilo,
inmóviles, me hablan.
La niña de la fotografía es mi madre niña.
Hermosa. Dulce y hermosa.
Pasajera misteriosa de los tiempos sin tiempo,
de los aires y de los vientos por venir.