La noche 2

Los días crecen cada mañana
y se marchitan por las noches.
Margaritas, parecen las estrellas
o ramilletes de un parral celeste.

El día es un animal extinto
cada vez que oscurece.
Una laguna negra es la noche
para tus patitas heladas
o un vino tinto para olvidar
que su oscuridad es techo y almohada.

La noche con luna o sin ella,
la noche de lluvia,
la fría o aquellas en que
de amor te extasiabas.

Una isla visitas
de tierra y agua
de cuerdas y palabras
de música y risas.

Tienes la esperanza, pequeño
de que sea eterno ese sueño
de unos brazos que te acunan
mientras duermes.

 

Gracias Isabel, qué bueno es contar con tu voz amiga y tu mirada sensible sobre mis versos. Una vez escuché decir a una bailarina que cuando alguien termina de exponer su arte está con el alma al aire, las palabras ejercen siempre un impacto, y es verdad. Pasado un tiempo uno toma distancia de lo que escribe pero cuando es reciente está a flor de piel y la entrega sin duda nos vulnera. Por eso agradezco siempre lo lindo de tus dichos.
Un abrazo querida compañera. Imagino que ya debes tener algunos versos apuntados por ahí sobre el tema que nos propone Alonso.

 

El día y la noche se contraponen y se complementan, pero siguen siendo una ilusión, una quimera, para esos pequeños, y no tan pequeños, a los que la noche condena a la intemperie.
Buen giro le diste al tema, Malena, entrando en el tema de las desigualdades y sus perjudicados; más aún cuando anochece.
Un abrazote y encantado de volver a los buenos poemas.