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La obsesión por el tamaño

Tema en 'Poesía Cómica, sarcástica (sainetes y otros)' comenzado por Manuel González, 26 de Marzo de 2008. Respuestas: 2 | Visitas: 991

  1. Manuel González

    Manuel González Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    26 de Marzo de 2008
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    La obsesión por el tamaño


    Una escena en mi memoria
    se me ha quedado grabada.

    No creo que pierda nada
    en contaros una historia
    que, aunque es triste, nos enseña
    qué ocurre si alguien se empeña,
    llegando hasta la obsesión,
    en valorar cualquier cosa
    en términos de dimensión.

    Todo comenzó aquel día...

    Yo me desperté en mi cuna
    y me encontré ahí delante
    esa mirada vacuna
    con matices anhelantes
    de algunos progenitores
    al mirar a sus menores

    Santo Cielo, qué pequeña ¡!!
    se lamentaba mi padre
    ¿crees que aún crecerá?
    Pero impasible, mi madre
    con su sorna de sureña
    y un gesto de qué mas da
    miró mi protuberancia
    -en fin, ese adminículo-
    miró luego a su marido
    y, con su suave elegancia,
    dijo, no seas ridículo,
    tú sabes muy bien que ha sido
    de ti, de quien ha heredado
    y lo que a ti te ha crecido
    a la vista está, desgraciado.

    Noté que algo no iba bien
    en cuanto a mi patrimonio..

    Más tarde, mi primo Antonio,
    -yo era ya más mayorcito-
    discutiendo por un pito
    que yo había comprado en Bailén
    entró conmigo en dilema
    él decía que era suyo
    y tanto se cabreó
    que con cara de demonio
    dijo, por zanjar la greña,
    el mío es más grande que el tuyo
    tú la tienes más pequeña!!!

    Ahí me empecé a mosquear

    Un día, en plan intimista
    cogí a mi padre, maromo
    puedes explicarme como
    hago para que esto crezca
    no creo que me merezca
    tener eso tan pequeño
    dame al menos una pista

    Él se puso a contemplar
    telarañas en el techo
    dijo que tenia sueño
    y que se iba a acostar;
    y yo medio me indigné
    ¿pero bueno, yo qué he hecho,
    quieres decirme porqué
    no me ayudas, es que quieres
    tener un hijo tarado?
    no seas exagerado
    dijo mi padre, molesto
    y no me hables tan tosco
    ah, sí? Y a las mujeres
    que conozca en el futuro?
    qué les digo, que si tocan
    disfrutarán lo indecible
    aunque parezca imposible?
    que no importa su tamaño?
    que solo importa si es duro,
    o blando, o más bien flexible?

    El complejo fue en aumento
    y podéis imaginar
    que creció un tanto por ciento
    ( el complejo, no la cosa)
    cuando me llegó la hermosa
    ocasión de ser patriota:
    el servicio militar
    pues ahí el comparar
    aunque ahora parezca idiota
    se convirtió en obsesión
    y lo fotut, con perdón,
    es que no hubo ni un día
    ni uno solo, en que no fuera
    la más pequeña, la mía.

    Tan grande era mi quimera
    que entré en una depresión
    caí en manos de un doctor
    de los mejores siquiatras
    y él me quiso convencer...
    “que eran necios mis temores,
    que una vez que hay amor
    todo da igual, la mujer
    no ama por el tamaño
    que me buscase un apaño
    al menos para probar”

    Yo estaba desanimado
    para qué os digo otra cosa

    Pero en un fin de semana
    en me encontraba franco
    salí a dar una vuelta
    hacía una tarde preciosa
    y allí, sentada en un banco
    había una alemana
    de hermosa figura, esbelta

    Yo, me senté a su lado
    y en un golpe de coraje
    dije, ¿estudias, o trabajas?
    ella se miró mi traje
    y dijo, ¿tú eres soldado?

    No nos pareció un mal
    comienzo la comprobación
    de similar situación
    en coeficiente intelectual.

    Luego, el asunto tomó
    sesgos algo sorprendentes
    para mí, pues demostró
    no tener inconveniente
    en besarme a lo esquimal

    Yo me quedé tan perplejo
    que la miré fijamente
    como si fuera un espejo
    y pregunté, suavemente,
    “perdón, de verdad no importa
    que la tenga tan pequeña?”

    “Más que pequeña, es corta
    -me contestó con ternura-
    corta, flexible, algo dura
    en mi país, es corriente”

    Esta historia, como veis,
    empezó triste y amarga
    pero espero que captéis
    que fue así por una carga
    de estupidez masculina

    Me casé con la germana
    y aunque parezca imposible
    es una persona fina
    de talante delicado
    (y en la cama, es increíble...)

    Ahora, juro, soy feliz
    después de haber comprobado
    lo fácil que se ha superado
    el tamaño de mi nariz
     
    #1
  2. jonathan gomez nino

    jonathan gomez nino Poeta adicto al portal

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    3 de Julio de 2006
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    jajajjjajajajaja bueno tener una nariz de pene no tiene nada malo...
    perdon una nariz de pena no tiene nada malo...
    muy bueno.. te dejo mis 5 estrellas.
     
    #2
  3. Maramin

    Maramin Moderador Global Miembro del Equipo Moderador Global Corrector/a

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    Estupendo y me he reído bastante, aunque al leer lo de esquimal ya me imaginaba algo. Por cierto en los dos últimos versos que desmetrizan de los otros podrías cambiar algo, mi sugerencia sería:

    lo fácil que superé
    lo corto de mi nariz.


    Hasta luego, chato...:::banana:::

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    #3

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