La otra herida VI

A veces te miro como buscando un pasado que nunca pude tocar,
me quedo sumergido en tus ojos de ligera luz
y sin darme cuenta dejo mis ilusiones morir, renacer.

A veces te miro para ya dejar de mirar, como si mis ojos besaran los tuyos, y al besarse fuera mía tu mirada.
A veces te siento frágil, esquiva,
remota en una distancia de sueños y personas que aún lejanos te siguen sosteniendo de perder.

A veces hábito una de tus manos y soy extremadamente feliz.
A veces al borde de la luna de tu mejilla un planeta rojo es creado y destruido en el mismo momento.
A veces solo quiero descalzar tu alma
para regalarte zapatos nuevos, esperanzas nuevas, palabras que nunca te habían obsequiado.

A veces creo haber comenzado el viaje, pero no,
tu mundo es muy demasiado grande
y cada vez que hablas y te rio y me ries,
cada vez que respiras y te respiro,
siento dar un pequeño paso hacia tu humanidad.

Ojalá un día me abraces y te abraces...

 

Dulzura y sensibilidad que desahogan ese inmenso sentir ilusionado querido amigo...
Un gusto leerte...un abrazo...
Nancy

 

Romántico poema de anhelos no cumplidos, el amor puede ser una
herida abierta en el alma. Grata lectura ésta que nos brindas. Gracias!!
Besitos apretados en tus mejillas.