La palabra se apodero de mi

Vivamos un día en la cuerda floja de este frió invernal, el renacer, quizá, un vestigio de lo tortuoso que es el deseo de aclarar el día transitando cruel tempestad.
Aquí quietos están los ojos que han visto la turba enfurecida, una desesperación un tanto divina que estremece
las lenguas tortuosas de una esclavitud.

¡Allá, donde se encuentran tácitos los albedríos de la maldad!
¡He aquí inmarcesible, la flor corrupta del opio, la lujuria exacerbada por el castigo, y los cantos de las aves lejanas!.

Un cántico maligno del hombre que mantiene la ambición incesante por descubrir sus extremos mas salvajes.
Véase cual indigno maleficio que no es merecedor de la verdad, porque la suerte, que hasta entonces, estaba alli bajo sospecha, por la cual se convirtió en el primer sentimiento humano, la copulación.

Los muros inmortalizados por las vidas, herencias de seres que han venido a creer. Se han deteriorado por aquella jovial noche lúgubre, que enmudeció y endulzo inevitablemente los oídos de cerebros pobres.
----------------------------------------------
Hay solo una cosa de la cual podemos percatarnos en esta realidad, y es la enigmática razón inconsciente de seguir viviendo, y es este fantasma que espera pacientemente a merced de la irrealidad. Para contradecir los siglos y las pieles plasmadas en la arena visceral de una trágica comedia, un tanto ridícula, del pesar.

Quería calentarme la oreja con su nudo del mar, pero para esto hay que saber actuar, si después de tanta distracción nos pondríamos a pensar, que la vida es mas alla que el ocaso mas bello, y que el fin de ésta, esta siempre rondando traviesa por nuestros confines. No te condenes al pasado, si no es solo para aprender que
aquella acción concretada ha desaparecido, y esta nostalgia que parece ser una tristeza, es la herida
de aquello que se ha ido, como un ser querido, un paisaje fugaz, una lluvia extranjera, una carta de despedida, el amor desprevenido. Festejemos por la dichosa agonía del mundo, este vehículo de atracciones extrañas, que nos despierta cada dia, para recordarnos, que sobrevivir no es solo regresar del bosque oscuro a salvo, sino atreverse a descifrar estos enigmas de la vida.

Si lo sientes dentro tuyo, puedes cambiar el modo de pertenecer a las cosas, para poder ver en parsimonia una curiosa e introspectiva mirada de aquello que te rodea. Esperando por ti,

Esperando por ti, te acompaño,
sobre el edén, para regresarte cada año,
que lloraste el pasar.

Ven que te acompaño, y me cuentas en el camino,
como es que de vivir te olvidaste,
y entregaste tu cuerpo al fin.

Ven que puedo mostrarte quien fuiste,
y antes que recuerdes, dejaras de pertenecer.

Veras que la muerte siempre te acompañara.