La paradoja de la vida.

Quiero gritar a los cuatro vientos,
callar lo que pienso en cada momento.


Quiero amar y odiar a placer,
sentirme vivo y muerto a la vez.


Deseo volar a ras del suelo,
y soñar a la vez con el cielo.


Anhelo vivir cada segundo como el primero,
y morir a la vez como si fuese el último.


Ansío correr tan rápido como el viento,
y detenerme a ver, como pasa el tiempo.


Nunca me negué a nada,
y tampoco me afirmé.


Construyo poquito a poco mi mundo perfecto,
copiando de los planos que dibujó la paradoja.


Pienso convertirme en un rey absoluto,
y a la vez ser mi propio súbdito.


Sobre un papel pequeñito, dibujo mi vida.
Me sobra espacio fuera de las esquinas.


Obtengo el triunfo en la desdicha,
y la derrota en la fortuna.


Escribo mi pensamiento en el aire,
para que las palabras se las lleve el viento.​

 

Esparces una forma de entender la vida con la cual sacas provecho hasta de la desdicha, sabes ver que lo aparecido como imagen de triunfo podría resultar un desastre y tener que pagarse con un bagaje plagado de tributos.
Engañosas pueden resultar las presentaciones, la joyas suelen encontrase en los sentidos y guardadas en el interior; mostremos sincerandonos penas y gracias.
un abrazo Alfredo.

 

Hermosos tus versos Alfredo, un gusto pasar a leerte.
Saludos cordiales argentinos

 

Hermoso tu poema, un placer pasar.

 

Muchísimas gracias. Me alegro que os haya gustado, da mucho ánimo seguir escribiendo para complacerlos. un abrazo

 

Hola, Alfredo. Veo que hace poquito que llegaste, te doy la bienvenida leyéndote y es algo que me ha gustado. Buenas líneas.

Hasta pronto. Vuelvo.

 

Muchísimas gracias, es un placer para mi. Un saludo.