La Partida Invisible

-Esto es para ti.
-¿Para mí?.
-Si, tú que te encuentras
sentado encima de un ataúd.
Lee este viejo papel
y verás lo que hiciste mal.​

La soledad me abrazó,
¿y qué hice yo?.
Nada,
sólo lloraba
y pedía a gritos la alegría
para el resto de mis días,
pero naide escuchó mi gran petición.​

Quizás debería
haber pedido ayuda,
quizás podría
haberla aceptado,
quizás tenía
que buscar un escape,
pero no fue así,
y ahora estoy aquí
reflexionando sobre mí.​

-Señora, ¿hay vuelta atrás?.
-¿Para qué, si ya estás aquí?
-¿En dónde?.
-¿No te lo imaginas?.
-No, ¿estoy soñando?.
-Ya no.
-¿Entonces...?.
-Estás revisando el paso de tus días.
-¿Por qué?.
-Porque ya no eres un ser humano.
-¿Qué soy?.
-Un ángel frustrado.
Tuviste mucho,
pero no lo aprovechaste y lo rechazaste.​

Por eso,
aquí estás
en el altar.
Todos lloran
por tu ida,
y tú ves el por qué de tu partida.
-¿Hacia dónde?.
-Al estrellado cielo.​

Elizabeth Swinburn.​

 

Una publicidad gráfica decía: Tu mayor motivo para vivir es tu propia vida. Tu poesía es tal cual muchos planteamos nuestra vida. Me gustó tu forma de expresarte. Beso y bienvenida al portal.

 

Buen poema triste
y lleno de melancolia
y gran profundidad,
bienvenida
saludos

edu