La piedra

La piedra

Es la que cargamos muchas veces
sin siquiera demostrarlo.
¡La escondemos y nos hunde!
Nos arrastra hacia el fondo recóndito,
negro azul de lo intrínseco,
y hace sucumbir las quimeras inventadas…
¡Ingenuidad de un alma que opinó
que cohabitaba porque aún era querida!
Esa piedra que lastima, que nos hiere
cuando conseguimos inhibir el velo que la oculta
y dejamos que entre luz para verla;
juntar valor y quitarla.
¡Aunque sangre y nos broten lágrimas violetas sin atajos!
Acción del espíritu harto de apatía, desafecto.
Incomprensión, que tanto punza pero robustece.
Esa piedra no apetecida,
pero que tantas veces se soporta por evitar sufrimientos a otros,
miedos, separaciones , perjuicios , oscuridades.
Vacío de lo que un día fue pasión
y ahora es mampara.
Tramposa vasija con mieles supuestas,
que solo estiran la agonía de un adiós sin retorno,
sin repatriación,
y con lamentos de desahucios inevitables.
Soledades que no encuentran el refugio en el alma
y se escabullen por los pequeños orificios
entiesados de tamices,
que no quisiéramos que decanten,
lo que nos falta.
Esa piedra que menoscaba y viola
nuestra esencia afable.
Sin las flores que darían otro atisbo,
de lo que físicamente sentimos en el corazón.
La piedra que daña y duele
sin quitarla…

Ana María Di Bert Giordano
Todos los derechos reservados

 

Tal vez sea lo que cruje debajo del esternón y agita el pecho, esa sea la piedra que nos conforma de sépalos de piel y ligamentos a cuerpos grávidos, pesados, unidos a la rancia tierra. La piedra del corazón, la piedra del alma, tal vez, el ser humano se pelea contra su propio peso que lo hunde, que lo marca silueta y graba en el suelo. Un abrazo, Ana, es un poema muy reflexivo y autocrítico con las posibilidades de liberación de tu raza y la mía.

 

Gracias por pasar Pablo...
Tienes razón, ese corazón que nos sostiene muchas veces es herido, y por diversas circunstancias no lo mostramos. Soportamos o nos hundimos por no tener el valor de arrancar la piedra que lo destruye y enfrentarnos con lo que venga...
Un abrazo amigo de mi raza.
Ana

 

Buenisimo tu poema ana muy reflexivo es grato leerte saludos.

 

Ufffffffffffffff, además de una hermosa literatura, con una sintaxis perfecta y de bien desarrollada semántica, es pura poesía que penetra al fondo del alma del lector, lo estimula en sus fibras dormidas (si lo estuvieran), y lo conmueve.

Has cogido una situación que podría resumirse en una frase media en un lenguaje cotidiano y sencillo, claro está, y has desenrollado todas las emociones intrínsecas a esa situación, todos los pensamientos, todas las reflexiones, y construido una pista con la materia prima del verbo ennoblecido por bellas metáforas.

Todo el poema es para enmarcar, pero traeré unos versos como exponente de la belleza de la que hablo:

Tramposa vasija con mieles supuestas,
que solo estiran la agonía de un adiós sin retorno,
sin repatriación,
y con lamentos de desahucios inevitables.
-------------------------------------------------------------------
Esa piedra que menoscaba y viola
nuestra esencia afable.
-------------------------------------------------------------------

Me gustaría que este poema lo leyeran muchas mujeres (hombres también, pero digo mujeres porque ese pesar, a causa de una faceta nociva de nuestra cultura, que aun pervive en nuestros días, por desgracia, lo sufren en mayor grado las mujeres que los hombres). Sé de más de una a la que le vendría muy bien leerlo, pero no están en el Foro, creo que se lo voy a enviar por correo.

Mis estrellas, preciosa y sensible poetisa, que sus luces inunden el espíritu de quienes sufren la carga de esa piedra, y sea alimento para que cobren fuerzas y la arrojen al abismo de donde procede. Y, si la maquinilla carajotilla, jaja, me dejara, mil reputaciones bien merecidas.

Besos, Ana bonita, besos en alas de los vientos.

 

Se puede sentir el peso que tiene este poema tan emotivo y tan elocuente, bella poesía como siempre de tan distinguida poetisa, que deja un trabajo exquisito que aún en toda su tristeza su belleza es infinita... me alegra pasar, abrazos amiga.

 

Grandiosas y hermosas son las siluetas que dibujas
nos dejas imágenes que impregnan de muchos sentimientos al lector
siempre es muy agradable leerte
te mando un gran abrazo. Ezequiel

 

Hola Glen, gracias por pasar, es grato verte amiga
Un abrazo
Ana

 

A veces vamos en la vida con un peso
encima como una piedra pesada que
no nos deja seguir adelante. Gracias
por compartir. Ha sido muy grato
leerte. Saludos.

 

Me has hecho un análisis del poema que realmente me asombra. Me alegro que te haya llegado y que pueda haberte llevado ese sentimiento que latía en mi alma cuando lo escribí...
Tienes razón que muchos debemos reflexionar sobre las verdaderas piedras que no nos dejan vivir con el alma libre y tratar de quitarlas de una, no siempre se puede.
Mil gracias por tu cercanía y por las palabras que me has regalado como un beso para mi alma poética, melancólica por estos días, por "piedritas" que debo acomodar o quitar...
Eres un ser de luz
Besos
Ana

 

Mi querida amiga, te envío mi aliento para que puedas acomodar o quitar esas "piedritas" (jaja) que originan, en estos días, esa melancolía en tu alma.

Besos, bonita, besos en alas de los vientos.

 

A veces hacemos una pesada piedra de lo que es liviana espuma; en otras ocasiones, cargamos con aquella que no nos toca por aliviar de su peso al del ser querido. Una vida levando cargas, de esas que no se aprecian físicamente pero que pesan infinitamente más.
Tu poema es simplemente extraordinario, una creación digna de todo reconocimiento.
Besos, Ana.

 

Muchas gracias Nancy por tus palabras, me llegan y alientan...
Hay piedras que duelen más por sus aristas que por el peso. ES la vida, se sobrellevan o se debe tener el valor de quitarlas. No se puede siempre.
Un abrazo grande amiga.
Ana

 

Anita querida, tu poema es un inmenso recordatorio de lo que se carga en el camino,
hay que saber cargar la piedra sin duda, esperando que sea ligera hasta mas no poder.
Un gusto encontrarte amiga buena y dejarte mis saludos con un gran abrazo.
Te felicito y te dejo estrellitas y bendiciones en tu poema genial.

 

Hola Blanca, la verdad que no sabía que estabas aquí, y desde hace tanto, lo que pasa que veo que dejaste de llegarte por un tiempo, y este foro es tan grande que no nos encontramos todos.
Vine a fines del año pasado y ya he cosechado amigos buenos como tú, y eso es lo bonito de esto.
Bendiciones, gracias por los regalos ynos estamos leyendo amiga.
Un abrazo
Ana

 

La reflexión que nos hace crecer como seres humanos, como hijos de algo que es supremo, que es lo que es, mucho más allá de lo que se puede medir, es hermoso sentir eso leyéndola, un abrazo sincero dulce dama del verso...

 

La piedra o una cruz pesada, un mártir propio de nuestra existencia, una poesía muy realista y sentida. Hay que saber lidiar con nuestras penas y seguir nuestro camino.
Hay verdad transparente en tus versares, y eso me gusta
Abrazos