La pieza que te falta

Cuando escribo sin pensar en ti mi amada,
las palabras se me vuelven tan vacías,
que su peso se equipara casi a nada
y las dudas se me vuelven muy sombrías.

Cuando pienso y no te escribo muchos versos,
es que pienso y te recuerdo aquí en mis brazos
y pensándote en mis miembros, por si tersos,
hoy descubro que me faltan tus abrazos.

Casi nada se le escapa a mi desgracia,
pues me deja a la deriva sin mi musa,
cada vez que mala suerte en contumacia,
la esperanza me arrebata sin excusa.

Ya no puedo continuar sin tu presencia.
Ya mi mundo fantasioso no resalta.
Ven y dame tus caricias sin renuencia,
ven y dame la palabra que hace falta.

De tu boca la dulzura ya no tengo,
en tus ojos, solo cabe la tristeza.
Que me evadas, con mis versos no prevengo,
de tu puzle, yo quisiera ser la pieza.

Ser la pieza que complete ya tu juego.
La que adoras, cuando ganas tú, mi vida.​

 

Muy romántico, creíble, y sincero poema, con una fuerza que toca la emoción del lector.
Hermoso trabajo.

 

Maravilla de poesía emocionante, monumental talento grandioso.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.

 

Muchisimas gracias por tu amable comentario querida Cecy, tus palabras son siempre para mí, muy motivadoras.

Un abrazo.

 

Muchisimas gracias por visitar mi publicación y dejar su comentario Maestro.

Saludo cordial.