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La Playa de Mi Vida (Huellas)

Tema en 'Poemas de Amor' comenzado por Five_Little_Prince, 22 de Diciembre de 2007. Respuestas: 1 | Visitas: 655

  1. Five_Little_Prince

    Five_Little_Prince Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    21 de Diciembre de 2007
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    Antes de cumplir los veinte aniversarios,
    Yo creía que en el mundo el amor era posible.
    En ese entonces mi corazón se enamoraba
    De todas las lecturas que leía:
    Pues yo hace mucho tiempo
    Creía que en los libros
    Se encontraba la verdad que iba buscando.

    Así una vez leí de un niño
    Que venía de otro mundo;
    Y me enojé con todo el que decía
    Que a las rosas nunca había que escucharlas.

    Leí también literaturas
    Que a su tiempo me habían parecido,
    Soberbias moralejas para el mundo en que vivía:
    Yo sentía que sus mágicas sintaxis,
    Me perdían en abismos submarinos
    Y planetas fabulosos
    Donde amanecía con dos soles
    Y dos lunas cremita me acunaban
    Cuando la luz se despedía
    En su bipartida melancólica.

    En la ardiente ruta de mis veinte aniversarios,
    Yo me enamoraba de todos los poemas como este.
    Pues hablaban de valores (que si ahora me fijase),
    Yo diría que en un corazón cuerdo
    No se habían inspirado.

    Y entre todas las lecturas
    Que he leído hasta esa época,
    Leí también en una tarde
    Sobre un hombre repasando
    El recorrido por la playa de su vida:

    Dos pares de huellas que iban juntas
    Dejaban evidencia
    De que Dios le acompañaba
    En sus momentos más felices.

    Pero en sus horas de más pena,
    Notó con decepción un solo par de huellas,
    Emblema de la pura soledad indivisible,
    A la hora en que Dios nos pone pruebas.
    ¿Por qué Señor – le preguntó – ,
    Has andado al lado mío solamente en alegrías?
    Y en cambio me has dejado caminar en solitario,
    Por la playa de mi vida
    Mientras te he necesitado con urgencia.

    Pero Dios le consoló
    Con Su sabiduría incuestionada,
    Pidiendo que examine nuevamente
    Las arenas de su vida:

    Para poder seguir andando juntos
    Por la Playa de tu Vida
    En los momentos más difíciles
    Verás un solo par de huellas
    Que demuestran apatías,
    Porque yo te llevé en brazos,
    Para poder seguir
    En un mañana andando juntos,
    Codo a codo
    Por el vado de tu vida.




    ¿Cuántos pares de huellas iré dejando
    Por la playa de mi vida?
    Pues yo siento que a medida
    Que mis pisadas dejan marcas
    En las impredecibles y cambiantes
    Costas de mi vida
    La gran carga que yo arreo
    Va borrando cada paso que se marca
    Y en vez de un rastro va dejando
    El desafiante surco que divide
    En dos mitades las arenas de mi vida.

    Si el Señor fuera conmigo dibujando
    A medida que camina
    Una frontera que corta en dos mitades
    A la playa de mi vida,
    Al poco rato de haber empezado el recorrido
    Yo le increparía con mi afiebrado ímpetu sobrante:
    ¿Por qué permites que los hombres
    Respetemos tanto al malo
    Y con el justo desquitemos nuestras iras?

    Si el Señor fuera dejando
    Sus colosales huellas al lado de las mías
    (Mientras vamos codo a codo
    Caminando por la playa de mi vida),
    Para en un mañana corregir a mis cuestiones,
    Mostrando la evidencia
    Que dejaron en la arena de mi vida
    Dos pares de huellas en mis dichas
    Y uno solamente en mis tragedias:
    Pues yo en verdad desconfiaría…
    Muchas veces enredaron mis razones
    Las palabras de otros hombres.
    Y desperté varado en una playa
    Sin arenas, sin estrellas y sin mares.

    Si el Señor caminase al lado mío
    Por la playa de mi vida:
    No me bastarían diez mil millas
    Para reprocharle cuánto logro
    Me ha quitado poco a poco
    Utilizando las manos
    De quienes una vez más quise.

    Y yo al Señor le pediría que me explique
    Por qué permite siempre
    Que los hombres nos hagamos
    Viejitos tan de golpe.
    Y olvidemos por completo
    Al niño que esperaba ansioso
    La campana del recreo,
    Para tener sueños un ratito
    Bajo la quisquillosa sombra abanderada
    Del patio del colegio.

    Si el Señor dejara al lado de las mías
    Sus certeras huellas imarciales
    Mientras conmigo va midiendo
    La distancia de la playa de mi vida,
    Yo tendría en mis haberes un reproche:
    Le insistiría para que finalmente
    (Él o alguien más me explique),
    Por qué los hombres recordamos
    Mucho más del otro los errores,
    Y en cambio vivimos
    Exagerando nuestro atino.


    Y cuando ya se haya cumplido
    La mitad del recorrido,
    Y al volvernos vieran nuestro ojos
    Una playa pisoteada que lavaron las mareas:
    Le pediría que me explique por qué yo no he podido
    Hacer algo más de lo que he hecho
    Para que mis padres…
    No se mueran de a poquito.

    Si yo fuera capaz de mirar hacia adelante
    Para ver futuras huellas en la playa de mi vida:
    No me extrañaría para nada
    Observar que en el perplejo día de mi muerte
    Será el mío el único y triste par de huellas
    Que atisbaré sobre la arena
    En el vado de mi vida.

    Le diría que tantas injusticias y tanta indiferencia
    Me hicieron preferir caminar en solitario.
    Pues hasta la compañía del más Santo
    Habrá finalmente rechazado
    El último vestigio
    Del orgullo que me queda.

    Si en esta parte de la costa de mi vida
    Dios me está llevando en brazos,
    Para que a mí me resulte menos árido el camino:
    Entonces yo le recordaría con voz firme
    Que mis piernas se han acostumbrado
    A caminar adoloridas,
    Y aún pueden avanzar
    Sobre el cañaveral y los pantanos.
    Pero sí le rogaría con persuasiva disfonía
    Que cortara con su mágica cizalla
    Las cadenas que me atan
    Al arreo que me hunde en las costas de mi vida.

    Si yo hablase con Dios en un mañana
    Que separan de esta fecha
    Unos 20 ó 30 treinta aniversarios:
    Yo dos cosas recordaría me ha dado
    Para que mis fuerzas no se arredren
    Si no todo es alegría:
    La primera, le daría muchas gracias
    Por haberme permitido
    Ir andando solitario
    En mis días de más pena.
    Pues he aprendido a caminar entre penumbras
    Cuando mi camino fue nublado por mis lágrimas.



    Y finalmente, si algún día alguien me diera
    La oportunidad de poder ver Sus rectos ojos,
    Le agradecería en tantas veces
    Como reproches yo haya hecho
    El haberme permitido caminar al lado tuyo.
    Y estar seguro que de ahora en más
    Siempre veré cuando me vuelva
    Dos pares de huellas yendo juntas...

    Por la playa de mi vida.
     
    #1
  2. Salvador Pliego

    Salvador Pliego Poeta veterano en el portal

    Se incorporó:
    5 de Febrero de 2006
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    Te aplaudo esta obra, es una maravilla. La mando para arriba a que la lea mas gente.
     
    #2

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