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La primera huída

Tema en 'Poemas Melancólicos (Tristes)' comenzado por carlos lopez dzur, 2 de Marzo de 2009. Respuestas: 0 | Visitas: 378

  1. carlos lopez dzur

    carlos lopez dzur Poeta que considera el portal su segunda casa

    Se incorporó:
    25 de Febrero de 2008
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    He de cortar a Agar una parte de su cuerpo,
    sea una mano, un pie, una oreja o la nariz:
    Amenaza de Sara en Bersabee contra
    Agar,
    según la tradición de los muslimes

    ¿Qué es lo que, en mí, ha gemido
    y gime todavía? ¿Por qué razón padezco?
    ... que si no vengo aquí no hay consuelo...
    ¿Por qué en la Fuente de Siria se me ha negado
    el agua de la libertad y me secuestran
    y me venden a los reyes, execrada,
    como si no tuviese una vasija para la luz
    y boca seca, que humedece los ojos
    con amargura y llanto? Agua de luz
    quiero que baje de lo alto cuando abro mi boca
    e imploro, dei superi, agua de un pozo
    más fructífero que los tuyos en Cat y Saba.

    Abraham, que no se me eche fuera
    de mis lugares santos, ni se me haga gemir,
    así como ahora gimo. Que no se corte mi pie
    ni sea yo renca ni me muerdan las culebras
    del desierto bajo un sol infame del Sur...

    ¿Por qué se me trafica, de mano en mano,
    como a la mala prenda, si soy hija de rey,
    y la mejor de cuatrocientas hembras en servicio?

    ¿Por qué ninguno me instruye: Sé tu misma tu dueña?
    ¿Qué es ser Agar terrestre, mujer en el Maljut,
    si no soy el ama de mi corazón abierto?

    ¿Por qué me han cerrado el alma y me amenazan
    con mayor daño: Angel mío, ahora será
    cortar mi cuerpo, circuncidarme una oreja,
    o mi mano, o cruzar con argollas mi clítoris,
    ¡ay, de tí Aimá, si ésto contra mí se conspira,
    al cosmos y la Urania faltará Madre Fértil!

    Han abierto mi útero porque semilla de amor
    que lo fecunde quiero, y de mí nació el motivo
    de la incrédula risa, motivo de los celos...

    «¿De dónde vienes Agar, esclava de Sara?
    ¿A dónde vas?»
    No, no lo preguntes...
    Huyo, Gabriel. Me cansé de ser la humillada,
    Angel mío. Se me dijo Alma pordiosera
    cuando estuve debajo de la mano del ama.


    Yo era la Hembra Fértil, Gabriel,
    para aquel anciano santo y me dijiste:
    «Quien nazca de tu vientre será un jeque.
    Con mucha bravura, misión tendrá
    entre los pueblos y bendición del padre,
    Abraham que lo ama y pide
    que la luz llene su kelim, su templo interno,
    para que mi deber se complete».
    Entonces: Gabriel, ¿por qué en la carne
    he de ser circuncidada? ¿por qué se me hastía?

    09-11-2005 / Indice: El libro de la amistad
     
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