La puerta.

Me acostumbre
aL otro lado de la puerta
no hay ruido, no hay hambre
y no te da la sensación de estar muerta
aquí no hay grullas, esta es la puerta.

Gime el muerto como el vivo
patético como tener 2 piernas y no usarlas,
patético como usar tu voz y desgastarla
gloriosa, como mal no hay bien
gloriosa, porque el silencio no va a perder.

Como un bárbaro enamorado de la civilización
como un hombre sin destino o ilusión
quieto y sus ojos al azar
miedo alegría y religión
son lo mismo, no tenemos un lugar.

El grito viene de otra habitación
me hablaban sin lenguas
me perdonaban sin voz
era como si me hablaran en canción
y me contaran la verdad que no ocurrió.

Sus ojos me grababan un tatuaje
sin tinta no hay amor
sin dolor no hay pasión
por eso no hay tatuaje
porque el sueño me despertó.

Y dormido vi la nada
dentro estaba el infinito
juntos devoraban la armonía
que ruborizada, su ropa interior nos extendía
y con alegría yo en el total no existía.