La resurrección y la vida.

El que vive y no muere

traspasa las líneas

un límite sólo conocido

por el logaritmo

que circunda el círculo


afinando la cuerda superconductora

distensionándola en un epiciclo

de un universo infinito

del ángulo único multivectorial.



Traspasa el cordón anudado

desatando el nudo

enlazándola con la cuerda afinada

nos hace resucitar

a una vida matemáticamente perfecta

aplicando la geometría integral secreta.




Se revela la forma de igualar

cada una de las cuerdas

en la superconducción del alma

que penetra más allá del eneagrama



configurando una nueva gama

de dimensiones sin alterar

donde no hay límite logarítmico

para aplicar el rito.



La ciencia unificará campos

abriendo la flor plantada

en la unión de ambos

haciéndonos resucitar



en un cuerpo sin límites ni espacios

y sin medida formal

de una forma contraída

en un único ángulo multidimensional

que sostiene al único plano

que fija la regla

al cálculo infinitesimal.



La materia nueva

formateará el límite de cada línea

formando ángulos distribuidos

a razón de números conectados

a la matriz infinita



ahora que el traspaso ha secuenciado

cifras combinadas

formando medidas ilimitadas

en la figura aplicada.



Solo combinando una base plana

alzando la cara de un plano

en la línea meridiana

la supercuerda será ilimitada

con la serie numérica replicada

e infinitamente calculada

doblando tiempos

en un ejercicio mental



siempre afinando cada cuerda

en ángulos diferentes

de altura equivalente

a la potencia de la línea cuadrada.



Esta línea se curvará

operará matemáticamente

con la serie numérica

formando en la mente

la palabra sagrada



que restaure la vida

en un vínculo a escala

perfeccionando el límite

la línea será curvada



la dimensión de las cuerdas

anudadas al extremo

de cada alzada

numéricamente angulada

interrelacionando

el plano a la mente.



Habiendo unificado

cada número entero

la serie numérica

ha llevado al cuerpo y alma

al lugar donde la posición

será establecida

en la ubicación colapsada

por el número y la palabra



en un plano secuenciado

las líneas serán quebradas

la medida de la serie infinita

se calcula sin el límite

del logaritmo neperiano.



Habrá la matemática sagrada

geometrizado la dicha

de un cuerpo y alma

resucitados sin medida definida


se hallará desubicada

traspasando las líneas quebradas

centrando la base y la altura

reencontrándose en un plano infinito

formando número benditos.




Se aplicará la regla dorada

combinándolos entre sí

constituyendo la palabra perdida

se habrá localizado en un lugar

en cualquier sitio



donde el verbo y la matemática

geometricen eternamente

la ciencia arcana

ahora revelada

en una dimensión clara.




El epiciclo girará perfectamente

en un cosmos

mentalmente ajustado

en base cuadrada



con el círculo

como máximo exponente

del cálculo infinito

siempre ejerciendo de matriz



en la fuente de vida

manando líneas

circulando el plano

en una fase congruente

e implosiva.




En el principio

la medida fue ilimitada

las cuerdas del cuerpo

superconducían el elemento neutro


realizando con el número el experimento

con el ángulo diametralmente opuesto

a medida que el plano se abría

.


Será el mismo en cualquier lado

de la figura configurada

hasta que la línea se curve

y la palabra resucite

al cuerpo y alma

en eterna vida



Serán desubicados cada uno

deslocalizados de la líneas quebradas

dividiendo la cuerda en unidades

de series secundarias

alineando la serie infinita

a la supercuerda afinada.


Fin.

Romanovski ©.