La risa del silencio

No quiero pensar que mi alma
se mimetiza fácilmente con el vacio.
Ni que el dolor fue solo un espejismo.

No.
No aun.

Porque aun hay besos que ´plasmar en el lienzo perfecto de la añoranza y en las orillas de la nada.

-¡Guárdate tus ironías silencio!-....

Que muy a mi pesar sigo siendo tu compañero de fe,
que sigo siendo testigo de esta lucha encarnizada entre la verdad prostituida y la cándida mentira.

-¡cállate un instante silencio!-

Y escucha como se evapora
la inspiración entre las ultimas gotas de sangre de mi melancolía.

Tu risa precede a la del tiempo
cuando me quedo callado.
Y ni el verso, ni la prosa ni las
palabras hacen acto de presencia.

-¡Deja de reír!-

Que aun soy hombre hasta donde lo permite el llanto,
que aun soy humano desde mis rezos olvidados hasta el inicio del infierno.

Entre tus secas carcajadas
emanan mis tristes suspiros.
Sin rima, sin elocuencia.

-¿quien me dijo que era poeta?- me pregunto

Mi inspiración se ha vuelto una puta cansada.

¿Donde están las palabras crudas y palpitantes?
Las palabras sangrantes que escupía de mis entrañas,
las palabras ardientes que no se inmutaban con el gélido soplo de la cordura.

-¡Cállate silencio!...
cállate y deja de reír.-

Que si te escucho
es por no perder la razón.

Y si sigo vivo,
es porque aun tengo noches que de luna en luna
no conocen tiempo,
y suspiros de caricias que quieren ser tocables.

Aun suelo despertar de mis lucidos sueños
y me fumo el insomnio,
aun despierto entre insípidos limbos para escuchar tu maldita risa
al tiempo que devoras mi voluble hambre de olvido.

Rosas secas, utopías volubles,
sueños rotos...
Hiedras verdes, realidades vanas,
coitos rabiosos...
¿Cual es la jodida diferencia?

Si en una hoja en blanco,
bajo mi mano inmóvil,
solo se graba tu risa maldita.

¡Bastardo silencio!

 

Hola, el silencio susurra tantas cosas, lágrimas, risas, y sentimientos que pueden expresarse a traves de la poesía, como tu lo has hecho en este poema. Saludos y estrellas
¡SONRIE!