La rosa marchita

LA ROSA MARCHITA

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Tengo una rosa ya marchita que he guardado en el bolsillo desde un tiempo ya olvidado.

Esta la mía rosa para ti era, y dártela hubiese querido pues reflejo fiel del mio amor era.

Era reflejo del amor que nunca llegaste a conocer, roja suave, bella... y espinosa.

Si tan solo hubieses sabido lo profundo que el mio amor era, lo magno del mio sentimiento y lo mucho que abarroto mi corazón.

Agobidado vivo ahora con el mio corazón abarrotado, porque este amor nunca rebelado fue.

Aun puedo recordar entre el olvido tu dubitativa sonrisa... y en llanto imagino lo que pudo ser y no fue...

Deseoso yo espero mi final, para acabar con este mi dolor, que nació de un amor lejano, y que por las zañas del destino fue impedido.

Es cierto, los años ya pasaron, uno... dos... tres... quizas muchos más, quizas no muchos menos, ¿ya para qué contarlos? si a pesar del tiempo, este amor no cesa, aun te amo! aun en el mio silencio este amor ha perpetuado, y esta rosa aunque ya marchita, la he seguido guardando.

La seguí guardando como recuerdo de este mi amor, puro... y nefasto, que aunque grande, solo pesares me ha causado, y a mi estirpado corazon desauciado ha dejado.

Algún día moriré, producto de este mi dolor, pero esta rosa conmigo seguirá, en mi olvido me acompañará, como recuerdo de lo mucho que te amé, y aunque ya no esté, por siempre te amaré.

 

Cuantas veces no hemos guardado una rosa así, te felicito Y BIENVENIDO...