La ruta del bitcoin

Quizás no alcance el talento
para complacer mi lira
¡Ay! Si existiera Quevedo
otro gallo cantaría:


Sorpresas y dimensiones
ofrece el mundo moderno
tiene encantos, muchos sueños
y como buen soñador,
tomé un camino dorado
con mucha gente a mi lado
para alcanzar un bitcoin


Con partículas del mismo
entré en el mercado alcista
todo lleno de optimismo
por divisar la divisa,
quise comer buen pescado
y me creí pescador
haciendo redes virtuales
estrategias, mis amarres
para atrapar al bitcoin


Sentí perder la energía
al ver mi suerte menguada
pues estando en la burbuja
fui del poco hacia la nada,
intenté alcanzar la cima
creyéndome escalador
pero todo reventaba
y mis sueños explotaban
como pompas de jabón


Es como un rey invisible,
es señor que ordena y manda
y con su poder endulza,
los anhelos de las masas,
oro sin cara ni cuerpo
que se robó mi atención
pues marché junto a la gente
claro, sin pizca de suerte
por la ruta del bitcoin


Y así terminó la historia
que me inspiró a este poema,
difícil e inalcanzable,
(Se parece tanto a ella)
mejor dedico mi empeño
en invertir mi sudor
pues he sido un fracasado
y prefiero hacerme a un lado
de la ruta del bitcoin​