La salud de la piel

El lujo invertebrado
de la electricidad dirige su salud
a la proposición de la simiente.

Un pudor seducido por el agua.
un abandono abierto al retroceso
en que eras legítima heredera
de mis ganas. Rozabas
incluso lo imposible de sus células,
de lo que no entendía,
siendo mío,
ni siquiera yo mismo.

Era la traducción de otro lenguaje,
eran las leyes de mi yo más húmedo,
una pequeña concesión del agua,
la ropa de mi espíritu,
y en cambio
yo puedo asegurar,
y hasta jurar,
que había desnudado sus propósitos
lo mismo que un modelo
dócil, muerto.

 

criptico, sensual, magno poema.

 

una preciosura amigo, realmente belo esto... me lo imprimo para leerlo a la noche
saludos

 

La estrofa final, estupenda.... gracias por compartirla. Un besote.

 

A quien hereda tus deseos
se le concede el alma,
aun desconociéndola.

Un abrazo.