La soledad a la luna

No me dejes,

No te vayas

Si te vas…

no olvides regresar

Pues eres tú…

la compañera ideal

de esta horrible soledad.


Cuando me convierto en consejero del alma

me acompañas para hacerla poesía;

te vuelves en la energía

que guía al espíritu en medio de tanta oscuridad


cuando el alma en tu luz es reflejada

encuentra a todo el mundo en su interior,

y si el sueño es difícil de alcanzar

porque lo difícil de la vida agita la realidad,

el consuelo de tu mirada descubre

el sosiego de mi compañía

que al principio abruma

y me convierto en la medicina

que el alma humana alivia


Por eso te digo…

no olvides regresar,

Y si te apagas para descansar,

No olvides al despertar

Encender tu luz para iluminar

la esencia que me toca consolar

Y junto a ti luna abrazar,

el alma en su debilidad,

secar lagrimas, los ojos besar

y convertir el cielo y las estrellas

en cobijo para que el espíritu

consuelo pueda encontrar


No te vayas luna

no me dejes solo con la oscuridad

pues si esta noche luna no estas

la voluntad del ser

en amargura se convertirá

el filo del llanto al espíritu hostigara

la sangre en lagrimas del corazón humano brotara

la poesía que inspira

mi nombre SOLEDAD,

en simple soledad

quedara…

 

Gracias por aceptarme en este mundo de poesías en el que uno puede liberar el alma y a su vez aprender de el de los demás...