La soledad bailando

La soledad bailando
un ritmo de fantasmas,
de sombras congeladas
en una tarde sin pasado.

Mi gato muriendo
sobre frías baldosas,
mis manos temblorosas
no pueden reanimarlo.

Nadie esta esperando,
se acabaron las prisas,
igual que las sonrisas
son ya un asunto olvidado.

Queda lo guardado:
las burlas vacías,
las miradas despectivas
y el humo de un cigarro.

Falta lo soñado:
la grata compañía,
la mano amiga
y ese amor tan anhelado.​

 

La opinión de un profano (3ª acepción del DRAE) no suele valer mucho, pero si aceptas la mía, me ha gustado. Es un poema denso en sentimientos, oscuros en su mayoría, como me gustan, y el conjunto es armónico. Enhorabuena.
Un cordial saludo.

 

bienvenida sea la opinión de los profanos. gracias por tu comentario. saludos