La Soledad

LA SOLEDAD


Puede la soledad, decirme ¿cuál es mi camino?.

¿O sólo está acompañándome?
Porque voy sin rumbo hacia ningún lugar,
sólo camino sin parar, a veces me detengo, si, pero solo a buscar algún faro en el cuál pueda guiarme,
no la llamo y aparece, la llamo y no aparece,
es algo tan extraño...
Cuando estás solo, la sientes a tu alrededor, pero cuando estás acompañado, puedes llegar a sentirla en tu interior.
¿Acompaña u observa?.
¿Es una sensación o un estado?.
Tal vez, si vamos a encerrarnos en un cuarto con un antiguo espejo, podríamos llamarla un demonio,
la soledad no es para cualquiera,
hay que saber entenderla, si te pones a analizarla y tratas de sacar lo malo de ella, será mala,
fíjate solamente en ella, sientela fluir en los oscuros pasillos de tu hogar, observala como se derrama por toda tu habitación,
te esta hablando a ti, sí, a mi también, pero no te preocupes, no es nada malo,
algún día la necesitarás
​

 

Es necesaria mas de lo que podamos imaginar, en ella nos encontramos a nosotros mismos, sus silencios nos pueden llevar a la paz interior y hasta cobijarnos, como bien dices depende como se mire puede convertirse en un demonio sino sabemos como tratarla, cultivar el espíritu es lo que toca.
Un placer recibirte Fran, estas en tu casa, has entrado con una buena composición para compartir en familia de poetas.

 

La soledad puede hacer enloquecer cuando es forzada pero buceando en su médula nos permite alcanzar grandes tesoros sobre uno mismo. Escuchar la voz del silencio requiere soledad.
Bienvenido al portal Fran.

Saludos,
Palmira