La sombra que me habita

Quisiera dejar de cargar con este peso
que no es más que la sombra que me habita,
que en mi se solapa ungiéndose de mi esencia,
amarrándose a mi vida sin remordimiento,
trazando su propio camino como el sueño de un loco.

Nítida la hallo en mí
buscando en la tormenta de luz mis ojos ciegos,
hollando sin pudor mis pensamientos,
vagando por mi piel, su mapa del mundo,
queriendo tomar corpórea dimensión y atavío.
Solos ella y yo viajando hacia el confín de la nostalgia.

No hay en ella,
en su singular hálito de vida,
mas conjura que su silencio,
ni más voluntad que evitarme el extravío.

 

Un poco distinto a tus anteriores poemas, pero como siempre cargado de melancolía e imágenes certeras. Saludos.

 

Versos de calidad, como no podía ser menos siento tú el autor. Un abrazo, tocayo.