La tesis de un amor milenario

De tanto amarte hasta los huesos
el corazón envejeció por ti
fueron días y noches soñando
con poder adormecer mi sentir


Fue inevitable. No hubo estación
en la que desde que te conocí
brotaran mariposas de otoño
en el recóndito de mi amor senil


De tantos anhelos desmesurados
con los que interiorize por ti
no supe la borrasca de fuertes delirios
avecinados por rachas de frenesí


Fue inevitable. Sollozos y devotos
por sepultar el amor generado en mi
no bastaron para olvidar tu nombre
hospedado en la dimensión de mi existir

 

Bello y sentido poema. Encantada de leerlo. Saludos y Bendiciones.