La tinaja

En una tinaja mi alma se disuelve,

en su vientre pasea

toda la esperanza,

se protege del tiempo,

absorbe su aire

por los poros sedientos

de su boca ancha

de madera horadada.

Conoce los ruidos de la noche

obscuros y templados,

los latidos del suelo

que se filtran por el barro

viejo y agrietado.

El sol la despierta prudente,

tímido y claro

sin querer herirla

con sus lanzas doradas.

En su cuerpo hizo

una vida larga,

muchos sueños dulces,

desilusiones amargas,

rezos de templanza

para aplacar la angustia

de las noches largas.

Se agarro a la madera

de la boca ancha

y soltó de su encaje

la tapadera rajada.

La luz cayo en el vientre

de la tinaja varada,

con ella el aire

la lluvia y la helada.

Pero el alma escondida

de la obscura tinaja

viajo largo tiempo

por lugares nunca vistos.

Los sueños dejaron de serlo,

las penas se hicieron mas largas,

las noches mas frías,

la luz mas intensa y agitada,

y la libertad mas de prisa

invadió sus entrañas.

Miro su tinaja en el suelo anclada

y descubrió que el mundo que habia soñado

era mucho mas grande

de lo que había imaginado,

y su libertad mas pequeña.

Supo que podía entrar y salir

de su fresca panza

acoplarse al espacio cambiante,

a las noches ácidas,

a los días intensos

y a la esperanza.

Ser como quisiera

porque era un alma

y las almas son vida

vidas enlazadas.

 

Alma entregada en esa tinaja que espacia sus formas y deja
como un estallido de sensaciones. todo cerrado, el alma
asi dispuesta entre ese barro que es fluido de lo buscado.
mirar en ee espacio es halagarse y no dejar en olvido
la vida. mientras la melancolia bisela intensidades.
felicidades. excelente. saludos de luzyabsenta

 

Gracias por tus letras. Me agradan
un abrazo
Maria