La tormenta

Ya no escuchas el susurro
de mis versos en la piedras
aun se esconden en el viento
cuelgan en los arboles
se disfrazan de mariposa.

Aun mis pasos te buscan
y en su eco me desnudo
rondo descalzo los bosques
visto de vino mis labios
y te nombro luna roja.

La música se hace honda
es abismo que devora
renacen las bestias
danzan en mis ojos.

Es primavera y su rostro
es de frió invierno
hasta el verso se pierde
en las sombras.

Y en ese vació
que se esconde en el cielo
escribo tu nombre
con nubes y pájaros
para calmar la tormenta.

 

Woww...qué preciosas imágenes amigo...la tercera estrofa es fascinante...
Un gran gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...

 

Es una preciosidad, bellísimo poema de amor.