La tormenta

Nunca imaginé que pudiera ver algo más perturbador en lo que me faltaba de vida y hoy puedo dar fé de que tuve razón .
Nunca escuché estruendos similares a estos previos al desenlace de una tormenta invernal . Imaginé , mientras oía distraída la voz insípida del meteorólogo en la radio esta mañana, algo conocido y llevadero , pero esto es algo monstruosamente amenazante . Encerrada en en este garage penumbroso , único lugar sólido de la casa en todo su perímetro, escucho ,imagino el exterior furiosamente azotado y desnudo mientras intento sin éxito enlentecer mi respiración desordenada. Observo el entorno buscando frentes suceptibles a los embistes sibilantes .
Podría ahora mismo cavar con las uñas un suelo debajo de este suelo , estrecho e increíblemente hondo ...
Algo así como una explosión luminosa se oye cerca , tanto que adivino el temblor y su luz por la rendija inferior de la única puerta , ese flanco débil , el punto permeable de mi fortaleza ocasional , y vuelvo a la superficie arrastrada por ella . La conciencia de finitud se despliega ahora como un espectro altísimo con sonrisa sarcástica y fría
Libros , el lavarropas y un frasco de crema olvidado se mueven en bloque . Más tenebroso resulta el espejo redondo de mano , con su ojo inmóvil lanzando chispas deseosas por alcanzar algún foco de combustión dormido. Otra vez el espectro se yergue burlón ,omnipotente , sin embargo ya no lo evito , sólo resisto mi mirada disfrazada en sus túneles sin fin , son dos .
Perturbador es el escenario , caen mis lentes , todo es indefinido .
¿Faltaba algo en mitad de la madrugada helada ?
‘’¡Vida vacilante! , sólo será una noche o dos “ repito una y otra vez en voz alta. Pienso nuevamente en el hondo y estrecho subsuelo infranqueable y silencioso mientras dejo correr el tiempo
Hoy , en medio de esta incertidumbre me asalta el miedo
Puedo evocar pasajes serenos pero el ruido y el caos afuera son cepos inclementes que congelan los párpados . Sin remedio sostengo al miedo en mi regazo tibio , lo desmenuzo fibra a fibra , ya no acecha mis barreras aturdidas
Fé solitaria e invisible , bastión único donde aferrar mis huesos ateridos
Tuve oportunidad de hacer algo más , no quise . Razón suficiente para esperar que la tormenta despliegue toda su furia contenida mientras me bato en duelo con un burlón espectro , de ojos negros como túneles , distrayendo así los minutos sucesivos que prometen nuevos aires a los exhaustos sobrevivientes